1. Amamanta. No sólo beneficia a tu bebé sino también a ti: amamantar puede quemar hasta 500 calorías al día y además ayuda al útero a contraerse después del embarazo.
2. Reduce tus porciones, pero no demasiado. Claro que comer menos te ayuda a perder peso, pero si estás dando el pecho, no comer suficiente puede perjudicar tu suministro de leche. Por lo general se recomienda no comer menos de 1,800 calorías al día.
3. Opta por una dieta balanceada y nutritiva. La calidad de la comida es de suma importancia para dar a tu bebé los nutrientes necesarios si amamantas, pero también para nutrir a tu cuerpo para recuperarse después del embarazo sin ingerir calorías vacías. Por eso es importante elegir vegetales, frutas, granos integrales, lácteos bajos en grasa y carnes magras, y evitar el exceso de grasas y carbohidratos simples.
4. Sal a caminar con tu bebé. Aprovecha ese nuevo cochecito para pasear a tu bebé y hacer un poco de ejercicio. Caminar es una actividad excelente para los cuerpos de mamás que aún se están recuperando del parto y además no te cuesta nada. Si aún quieres hacer más ejercicio, pero no te da tiempo de ir al gimnasio, opta por un vídeo que puedes hacer en casa mientras tu bebé duerme. Un vídeo de pilates, por ejemplo, te ayudará a fortalecer los músculos del abdomen y del suelo pélvico, por lo que es excelente para la recuperación postparto.
5. Duerme. El sueño te puede parecer elusivo durante los primeros meses de vida de tu bebé, pero te conviene aprovechar cada oportunidad que tengas para echar una siesta mientras tu bebé duerme ya que las mujeres que no descansan son más propensas a no cuidarse, no hacer ejercicio y elegir comida poco saludable. La ropa sucia puede esperar. ¡Cuídate y descansa!
Fuente: http://serpadres.com
