En la mayor parte de los casos un cambio de posición soluciona el problema, ya sea levantándose o acostándose en función del estado previo de la mujer. No obstante, también se puede tomar un baño relajante para disminuir las contracciones. Y, finalmente, se puede probar a beber dos vasos de agua, ya que la deshidratación en la madre se produce de forma mucho más rápida que en otra persona no embarazada.